La semana pasada se descubrió que los iPhone y móviles con Android rastrean la posición física de su usuario.
En el caso del iPhone lo hace para conectar más rápidamente con las antenas de telefonía móvil. Eso también lo hacen otros móviles pero los registros no son tan extensos como en el iPhone (en el que pueden durar hasta 1 año). Parece ser que esos datos no se envían a Apple, aunque sí se guardan en la carpeta de iTunes cada vez que el iPhone se conecta al ordenador.
Pero en el caso de Android los datos de posición sí que llegan a Google y además también envía una lista de redes wifi cercanas y un número que permite identificar al usuario del móvil en lo que parece ser un método para aumentar la base de datos de puntos de acceso wifi de Google, pero el hecho de que no se informe de esto al usuario y además se pueda identificar la persona hace pensar en otras finalidades.
Para bloquear el rastreo físico en Android hay que ir al menú de ajustes del teléfono, seleccionar "Ubicación" y desmarcar la casilla "Utilizar redes inalámbricas". Como alternativa se puede activar la opción "Utilizar satélites GPS" y que no consume tanta batería como el mensaje de advertencia induce a pensar.
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